sábado, 11 de julio de 2020

Banalidad del mal

Una de las banalidades del mal es creer que solo él está en este mundo. Es pensar que el mundo gira siguiendo el movimiento de su dedo. Uno de sus errores es creer que no somos capaces de observarlo. De medir sus movimientos. De esperar. La banalidad del mal llega al extremo de pensar, que en medio de la injusticia, ha ganado, y que no somos capaces de reaccionar. Apela a que hemos sufrido. Y que cuando las mujeres han sufrido tanto, se han debilitado, al extremo de callar. No sabe el mal, tan masculino que es, que la resiliencia ha sido la estrategia para deshacernos de él.

viernes, 3 de julio de 2020



LA NUEVA VERSIÓN DE LA LOLITA: ÁNGEL DE FUEGO DE DANA ROTBERG

El ángel de fuego se titula la película mexicana de Dana Rotberg aparecida en 1991, y que ganara entre los premios, el de Fantasporto International Fantasy Film Festival en Portugal., y el International Critics Award el mismo año, festival que se da cita en Nueva York.
El film en sí se inserta en una tradición neorrealista del cine latinoamericano, donde los temas tabú siguen estando a la orden del día. En general la historia es la de una joven adolescente que ha sido abusada por el padre desde niña. La película elabora un cambio en la conducta del personaje central, porque se aleja del cine de crítica social, en donde se victimiza totalmente al personaje femenino, enfrentando a la audiencia ante un cine estereotípico, que tiene relación con los filmes de los años cuarenta en México. A diferencia de Chachita, la niña de las películas de Pedro Infante en Nosotros los pobres, la niña-adolescente de El Angel de Fuego, es una especie de Lolita que busca al padre enfermo y degradado por la vida cirquera como payaso, para enfatizar el asunto del incesto. La película posee pasajes sumamente grotescos pero que están en consonancia con la perificidad de la gente del circo ambulante y pobre. La Lolita mexicana queda embarazada del padre y debe abandonar el circo a causa de esta circunstancia, luego que el padre ha fallecido. Dentro de la fantasia creada por Rotberg en la película, la adolescente se dedica a echar fuego por la boca en las esquinas de las calles de los suburbios de la ciudad de México, en donde se gana la vida,  Dicho oficio sirve en la película para aludir en los imaginarios latinoamericanos a la extrema pobreza de los niños de la calle, procedentes de las distintas grandes ciudades del área. Por asuntos del destino, elemento que está muy trabajado en este film de Rotberg, conoce a una familia religiosa que lleva una vida itinerante por las zonas más pobres de la ciudad. El encuentro y las vivencias con esta familia le sirve a la muchacha para reflexionar acerca de su estado y del deseo perverso de criar a un hijo, que es producto de su relación incestuosa,. El film elabora una serie de claves de comprensión de ese mundo perverso en el cual el personaje se encuentra inserto. Uno de los símbolos de la mala maternidad es un muñeco o títere que le ha sido dado a Alma, para que juegue como niña a tener en los brazos a su hijo. La imagen del títere es diabólica, posee un rostro grotesco y una especie de cachos o cuernos que nos indican el sentido del símbolo. Sin embargo el personaje femenino está creado por Rotberg como un ser amoral que no reconoce el pecado, sino que se deja llevar por el deseo de la maternidad, sin cuestionar su procedencia. Alma que así se llama la muchacha, se encuentra necesitada del afecto familiar que llevara en el circo, y de alguna manera decide adoptar simbólicamente a la familia cristiana como su segunda familia, y en el seno de la cual desea tener su hijo. Sin embargo el destino le sigue poniendo trampas, y por querer entrar al mundo alucinado de los profetas pobres con los cuales se relaciona, pierde al niño al hacer una penitencia que se le pide. Para el espectador este desenlace provoca una especie de catarsis al ver a Alma libre del pecado. Sin embargo para el personaje la pérdida implica el odio y la venganza que sirven de motor de desenlace de la historia.
Es indudable que Rotberg se mueve en una frecuencia muy buñueleana, como en Los olvidados, en donde las salidas exitosas o por la puerta de enfrente para los personajes, son imposibles. Al final y sin ningún cargo de conciencia, Alma seduce al supuesto elegido del señor y luego lo abandona. El final es crudo, como en las mejores películas naturalistas, porque el profeta se suicida y Alma simplemente se va del lugar, sin que sienta ningún tipo de remordimiento. Pero el castigo está cerca, Alma regresa al circo y allí se inmola, subida en el trapecio le prende fuego al pequeño y pobre circo,. En este sentido Rotberg no se aleja del cine de catarsis desde donde le viene la tradición, porque el personaje femenino desde el título se encuentra diabolizado y Alma es una más de las niñas maléficas, que tuercen el camino y la vida de los otros. A nuestro entender, el personaje femenino está estructurado dentro de un perfil malinchesco, en donde la lucha por la supervivencia se torna absolutamente fuerte y descarnado. Alma en el fondo al inmolarse, provoca la catarsis del espectador, al ver a la Lolita de cuerpo turgente y deseoso, morir entre las llamas. Sin embargo Rotberg como en otros filmes dirigidos por mujeres, maneja un simbolismo que hay que descodificar, y se hace necesario poner más atención y buscar las aliaciones con el mito de la purificación, que es obviamente como la directora decide el destino de este personaje.
(Realizaba una investigación sobre directoras de cine latinoamericano en el año 2005, que finalmente no se concretó en libro , de allí extracto este escrito)


ANALIZAR Y PENETRAR EN  LA LITERATURA GUATEMALTECA He escuchado hoy varias ponencias en el Congreso de Filosofía de la Universidad Rafael ...