POEMAS DE AIDA TOLEDO
EN CONMEMORACIÓN DE LA NO VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES
(Mariana Pinto imagen)
I. EN ESTE SUEÑO EL CUERPO DE UN HOMBRE
Me denuncia
Es un hombre blanco
Delgado
Pelo castaño
Ojos redondos
Y dientes grandes
Está acostado en la sala
De la morgue
Sus ojos
Han quedado abiertos
Y el rictus de su boca
Dice
Aida
Y me acusa
II. REDUCIDA DENTRO DE UNA CASA DE MUÑECAS
Huyo
De dos gatos que
Relamiéndose
Me siguen
MIAU me dicen
RRRR MIAU me dicen
Y yo grito
Saltando las ventanas
Abriendo y cerrando las puertas
Que ellos tiran
III. SOÑÉ UN CERDO
Era rosado y gigante
Me lo comía enterito
Parecía un sacrificio
Lo cierto era
Que despertaba
A otro sueño
A otros cerdos
A otras sangres
A otros sacrificios
IV. FRENTE AL ESPEJO
Adentro del espejo
Lo que fui
Niña precoz
Ahora
Despojada de todo
VI. QUE MEJOR NO
Que mejor me vaya
Que mejor regrese
Que me vaya al baño
Y puje
Que mejor no
Que mejor me vaya
A la farmacia
Que mejor me apure
Que mejor corra
Que mejor corra bastante
Que mejor no
Que mejor sí
Que mejor compre ese libro
Que ese libro es necesario
Que es necesario leerlo
Que
Cuando acabe
Repita y repita la palabra
L-I-B-R-O
O
Que mejor no
Que mejor me vuelva a ir
E inicie
De nuevo
La rutina
VII. NADA QUE VER
Nada que ver con la guerra
Nada que ver con los árboles
Nada en la punta de los volcanes
Nada en la memoria
Solo puntos equis e interrogaciones
Nada de sentimientos
Nada de dolor
Algo que ver con la guerra
Algo que ver con la angustia
Algo que ver con la pérdida
No nada
Nada de años para esperar
Nada de tiempo para gritar
Desde la torre
Nada de castidades
Y las llaves
Nada que ver con las llaves
domingo, 25 de noviembre de 2018
miércoles, 21 de noviembre de 2018
LAS ESTRELLAS EN POSICIÓN CON JOSÉ AGUSTÍN
A lo largo de mi vida he visto dos veces en persona a José Agustín. La primera fue en 1985. Nuestro profesor de Seminario de Literatura en la USAC, nos llevaba a escuchar a uno de los escritores mexicanos más importantes. José Agustín llegó muy a la moda, vestido de negro impecable, con un traje sastre. Escucharlo esa vez fue impresionante para alguien que como yo, escribía textos narrativos que estaban ya en la onda de JA sin saberlo bien. A partir de ese año leí varios libros de Agustín, entre ellos La tumba, su primera novela que realmente me impresionó por la velocidad y la lucidez de la narración. La segunda vez tiene que haber sido entre 1990 y 1994, no recuerdo el año. La Embajada de México lo volvió a traer. Y lo escuchamos en el Musac. Ahora venía vestido con una chaqueta de cuero besh o caki (en mi memoria). Yo nunca le había hablado, pero ese día fue especial, Enrique Noriega, le había hablado de mí, meses antes cuando lo había visto y conversado con él en México. Enrique no estaba pero le había dejado dicho que yo lo podía antender. Cuando Agustín llegó al acto, preguntó por mí, y yo con una poca de vergüenza, tuve que subir con él al estrado, y escuchar allí su lectura. Seguro que fueron las estrellas colocadas en posición las que me dieron esa oportunidad. No tengo ninguna foto del día ese. Una lata. No era tiempo de celulares ni mucho menos. Pero vaya que la memoria registra todo. Y esa escena la había olvidado y ha salido a flote hoy que recuerdo sus libros, el impacto que su obra ha tenido en mí como escritora, como lectora. De hecho con el tiempo, seguí leyendo a Agustín. lo incluí en 1999 en mi disertación como uno de mis autores, con la obra Ciudades desiertas. Y no me quedó mal el análisis. Hoy que lo estoy recordando me doy cuenta de lo importante que ha sido leer a Agustín varias veces, en distintos tiempos. Y cosa casi improbable fue que lo viera dos veces, que una de ellas estuviera sentada junto a él en su lectura, y que luego nos volviéramos a ver frente al libro Ciudades desiertas (él dentro del libro) en un diálogo crítico con su obra.
A lo largo de mi vida he visto dos veces en persona a José Agustín. La primera fue en 1985. Nuestro profesor de Seminario de Literatura en la USAC, nos llevaba a escuchar a uno de los escritores mexicanos más importantes. José Agustín llegó muy a la moda, vestido de negro impecable, con un traje sastre. Escucharlo esa vez fue impresionante para alguien que como yo, escribía textos narrativos que estaban ya en la onda de JA sin saberlo bien. A partir de ese año leí varios libros de Agustín, entre ellos La tumba, su primera novela que realmente me impresionó por la velocidad y la lucidez de la narración. La segunda vez tiene que haber sido entre 1990 y 1994, no recuerdo el año. La Embajada de México lo volvió a traer. Y lo escuchamos en el Musac. Ahora venía vestido con una chaqueta de cuero besh o caki (en mi memoria). Yo nunca le había hablado, pero ese día fue especial, Enrique Noriega, le había hablado de mí, meses antes cuando lo había visto y conversado con él en México. Enrique no estaba pero le había dejado dicho que yo lo podía antender. Cuando Agustín llegó al acto, preguntó por mí, y yo con una poca de vergüenza, tuve que subir con él al estrado, y escuchar allí su lectura. Seguro que fueron las estrellas colocadas en posición las que me dieron esa oportunidad. No tengo ninguna foto del día ese. Una lata. No era tiempo de celulares ni mucho menos. Pero vaya que la memoria registra todo. Y esa escena la había olvidado y ha salido a flote hoy que recuerdo sus libros, el impacto que su obra ha tenido en mí como escritora, como lectora. De hecho con el tiempo, seguí leyendo a Agustín. lo incluí en 1999 en mi disertación como uno de mis autores, con la obra Ciudades desiertas. Y no me quedó mal el análisis. Hoy que lo estoy recordando me doy cuenta de lo importante que ha sido leer a Agustín varias veces, en distintos tiempos. Y cosa casi improbable fue que lo viera dos veces, que una de ellas estuviera sentada junto a él en su lectura, y que luego nos volviéramos a ver frente al libro Ciudades desiertas (él dentro del libro) en un diálogo crítico con su obra.
LAS ESTRELLAS EN POSICIÓN CON JOSÉ AGUSTÍN
A lo largo de mi vida he visto dos veces en persona a José Agustín. La primera fue en 1985. Nuestro profesor de Seminario de Literatura en la USAC, nos llevaba a escuchar a uno de los escritores mexicanos más importantes. José Agustín llegó muy a la moda, vestido de negro impecable, con un traje sastre. Escucharlo esa vez fue impresionante para alguien que como yo, escribía textos narrativos que estaban ya en la onda de JA sin saberlo bien. A partir de ese año leí varios libros de Agustín, entre ellos La tumba, su primera novela que realmente me impresionó por la velocidad y la lucidez de la narración. La segunda vez tiene que haber sido entre 1990 y 1994, no recuerdo el año. La Embajada de México lo volvió a traer. Y lo escuchamos en el Musac. Ahora venía vestido con una chaqueta de cuero besh o caki (en mi memoria). Yo nunca le había hablado, pero ese día fue especial, Enrique Noriega, le había hablado de mí, meses antes cuando lo había visto y conversado con él en México. Enrique no estaba pero le había dejado dicho que yo lo podía antender. Cuando Agustín llegó al acto, preguntó por mí, y yo con una poca de vergüenza, tuve que subir con él al estrado, y escuchar allí su lectura. Seguro que fueron las estrellas colocadas en posición las que me dieron esa oportunidad. No tengo ninguna foto del día ese. Una lata. No era tiempo de celulares ni mucho menos. Pero vaya que la memoria registra todo. Y esa escena la había olvidado y ha salido a flote hoy que recuerdo sus libros, el impacto que su obra ha tenido en mí como escritora, como lectora. De hecho con el tiempo, seguí leyendo a Agustín. lo incluí en 1999 en mi disertación como uno de mis autores, con la obra Ciudades desiertas. Y no me quedó mal el análisis. Hoy que lo estoy recordando me doy cuenta de lo importante que ha sido leer a Agustín varias veces, en distintos tiempos. Y cosa casi improbable fue que lo viera dos veces, que una de ellas estuviera sentada junto a él en su lectura, y que luego nos volviéramos a ver frente al libro Ciudades desiertas (él dentro del libro) en un diálogo crítico con su obra.
A PROPÓSITO DE JOSÉ AGUSTÍN (JALISCO, 1944)
Pienso en José Agustín y que no quiero derramar lágrimas, prefiero la miel derramada, y las ciudades desiertas son mejores que las llenas, y a veces es mejor inventar que sueño que sentarme sobre la realidad de perfil. Cuando JA ya no esté, iré a la tumba a tocar el rock de la cárcel en su honor. Al menos estaré allí dos horas de sol, y aunque la poli mexicana quiera decir que es abolición de la propiedad, les contestaré que se está haciendo tarde, que qué onda, que no hay censura, que no vayan contracorriente, que no pasen esa puerta, que se puede armar una tragicomedia mexicana. Pos pues.
sábado, 17 de noviembre de 2018
LA VIDA EN EL BRAZO
Recién parida estaba yo. Llegó a visitarme una amiga que nunca volvió. Me trajo una pulsera de plata y me dijo que era la primera. Que la vida que empezaba era una acción que las mujeres inician sin saber bien las consecuencias. No llevó regalo para mi hija. Solo esa íngrima primera pulsera que sería la vida que viviría de allí en adelante. Y así fue. Decidí entonces a lo largo de esa vida que iniciaba, comprar una pulsera cada año cuando se acercara el natalicio de mi hija. La vida me cambió a todo nivel, inclusive geográficamente cuando mi hija llegó a mi vida. Salí del país, conducida por mi destino. Y a cada lugar que fui en ese año, la pulsera fue comprada exactamente allí. Fueron muchos lugares y años. Hoy me las volví a poner y supe que esto todavía no se ha detenido.
jueves, 15 de noviembre de 2018
DEJARLO IR SOLITO
Pensando en estos tiempos de libros, en estas etapas académicas un poco desgastantes, pienso en Hacer visible lo invisible (2018), libro compilado con ensayos sobre Asturias. Ayer tuvimos una tercera presentación del mismo libro, porque el libro tiene una historia extraña. Se trata de un libro cuyos ensayos fueron escritos y publicados en distintos momentos por los autores y autoras. Unos se publicaron antes otros no. En general los escritores del libro tienen una larga lista de publicaciones sobre Asturias. Han investigado durante mucho tiempo la obra del Nobel. Y otro detalle interesante, es que han aprendido una forma de acercarse a las obras de Asturias, para poder penetrarlas, deconstruirlas y escribir análisis a veces iluminadores sobre ellas. En el caso de Hacer visible lo invisible, lo que me parece central, es que el libro (que se hizo contra viento y marea) exista hoy por sí mismo, un poco alejado de mi propia presencia como compiladora, para que sea leído sin prejuicios políticos, literarios, ni de capillas críticas,y tampoco de prejuicios puramente personales. Las tres presentaciones fueron distintas. En la primera en Filgua durante el mes de julio, asistieron dos familiares de Asturias, su hijo don Miguel Angel Asturias Amado y su nieto Sandino Asturias (hijo de Rodrigo Asturias). De los autores del libro estuvimos: Dante Liano, Anabella Acevedo, Lucrecia Méndez y yo. Faltaron obviamente Gerald Martin, Guillermina Walas, Fernando Feliú y Mario Roberto Morales. En la segunda presentación en la Landívar, en el marco de la semana científica de la VRIP, solo estaba yo como autora, y el libro lo presentaron Gabriel Azurdia de la licenciatura en letras y filo, Sandra González, estudiante de la maestría en literatura y Roberto Gutiérrez, estudiante del profesorado en filosofía. Las tres presentaciones se acercaron al libro de una manera distinta, y abordaron temáticas críticas que hicieron más clara su importancia. Ayer, la presentación fue organizada por el departamento de letras también, y por la Vicerrectoría Académica, participamos dos de las autoras, Lucrecia Méndez y yo con presentaciones sobre Viernes de dolores, Lucrecia, y yo con un recorrido por los autores y su propuesta de análisis sobre la obra de Asturias. Todo el tiempo, desde que el libro se le dio a Cara Parens para empezar con el proceso de publicación, Mario López Barrientos, el director del depto, ha estado a cargo y ha apoyado con las gestiones que se requieren para que un libro se logre publicar allí. Así son los libros y los que hacemos libros sabemos que no es fácil, nunca. Se hace mucho más dinámico y rápido, si no hay censura. Si todo el aparato institucional apoya la gestión. Por eso tres presentaciones ha tenido Hacer visible lo invisible. Ocho ensayos sobre Asturias. Creo que ha llegado el momento de dejarlo ir solito.
Pensando en estos tiempos de libros, en estas etapas académicas un poco desgastantes, pienso en Hacer visible lo invisible (2018), libro compilado con ensayos sobre Asturias. Ayer tuvimos una tercera presentación del mismo libro, porque el libro tiene una historia extraña. Se trata de un libro cuyos ensayos fueron escritos y publicados en distintos momentos por los autores y autoras. Unos se publicaron antes otros no. En general los escritores del libro tienen una larga lista de publicaciones sobre Asturias. Han investigado durante mucho tiempo la obra del Nobel. Y otro detalle interesante, es que han aprendido una forma de acercarse a las obras de Asturias, para poder penetrarlas, deconstruirlas y escribir análisis a veces iluminadores sobre ellas. En el caso de Hacer visible lo invisible, lo que me parece central, es que el libro (que se hizo contra viento y marea) exista hoy por sí mismo, un poco alejado de mi propia presencia como compiladora, para que sea leído sin prejuicios políticos, literarios, ni de capillas críticas,y tampoco de prejuicios puramente personales. Las tres presentaciones fueron distintas. En la primera en Filgua durante el mes de julio, asistieron dos familiares de Asturias, su hijo don Miguel Angel Asturias Amado y su nieto Sandino Asturias (hijo de Rodrigo Asturias). De los autores del libro estuvimos: Dante Liano, Anabella Acevedo, Lucrecia Méndez y yo. Faltaron obviamente Gerald Martin, Guillermina Walas, Fernando Feliú y Mario Roberto Morales. En la segunda presentación en la Landívar, en el marco de la semana científica de la VRIP, solo estaba yo como autora, y el libro lo presentaron Gabriel Azurdia de la licenciatura en letras y filo, Sandra González, estudiante de la maestría en literatura y Roberto Gutiérrez, estudiante del profesorado en filosofía. Las tres presentaciones se acercaron al libro de una manera distinta, y abordaron temáticas críticas que hicieron más clara su importancia. Ayer, la presentación fue organizada por el departamento de letras también, y por la Vicerrectoría Académica, participamos dos de las autoras, Lucrecia Méndez y yo con presentaciones sobre Viernes de dolores, Lucrecia, y yo con un recorrido por los autores y su propuesta de análisis sobre la obra de Asturias. Todo el tiempo, desde que el libro se le dio a Cara Parens para empezar con el proceso de publicación, Mario López Barrientos, el director del depto, ha estado a cargo y ha apoyado con las gestiones que se requieren para que un libro se logre publicar allí. Así son los libros y los que hacemos libros sabemos que no es fácil, nunca. Se hace mucho más dinámico y rápido, si no hay censura. Si todo el aparato institucional apoya la gestión. Por eso tres presentaciones ha tenido Hacer visible lo invisible. Ocho ensayos sobre Asturias. Creo que ha llegado el momento de dejarlo ir solito.
viernes, 9 de noviembre de 2018
ENTREVISTA DE AIDA TOLEDO CON ALICIA
SEN INTEGRANTE DEL GRUPO “MUJERES AJCHOWEN”
Guatemala, 25 de mayo, 2018
Apreciada Alicia Sen, agradezco la
oportunidad de hacerle estas preguntas, en las que he venido pensando a
propósito de que la conociera hace dos años en Centro Cultural de España. Donde
me impactó su personalidad y luego dispuse seguir pensando y estudiando de
alguna manera lo que hacen ustedes en el colectivo Mujeres Ajchowen. A partir
de ese interés por el mundo maya y de las mujeres específicamente me gustaría
plantearle las siguientes preguntas:
¿Sería posible que nos hablara de
las integrantes del Mujerse Ajchowen?
Somos 7 mujeres actrices
de diferentes comunidades lingüísticas,
cada una llega al grupo Ajchowen por
diversas razones y por una búsqueda de equilibrio y armonía con nuestro k’u’x –
corazón, cuerpo, mente Etc. Desde la
cosmovisión maya, toda expresión artística es sustentada en la espiritualidad y
en la interpretación de los acontecimientos naturales, por esa razón es clave
para nosotras en todos nuestros procesos contar con el apoyo espiritual de una
compañera guía espiritual.
¿Quiénes integran el
colectivo y si todas las mujeres que están en el grupo pertenecen a la misma
comunidad o hay una variedad?
El grupo mujeres Ajchowen
está conformado por 8 mujeres de las comunidades lingüísticas Kaqchikel, mam y K’iche, más el director escénico siendo parte
fundamental para la creación general de
las obras. A continuación menciono quienes integran el grupo Ajchowen:
1.
Yesica Lorena
Poncio Tumax - Actriz
2.
Graciela
Maribel Coz Cuy - Actriz
3.
Mercedes
Francisca García Ordóñez - Actriz
4.
Clara Alicia
Sen Sipac – Representante y Actriz
5.
Mayra
Carmelica Choc Choc - Actriz
6.
Julia Inés
Mucun Iboy – Actriz
7.
Lila
Elizabeth Cumes González – Actriz
8.
Sandra
Leticia Xoquic Cuc – Guía espiritual y apoyo técnico
9.
Víctor Manuel
Barillas Crispín - Director escénico
¿Cómo exactamente se forma?
El grupo se conforma en
el año 2011 gracias a una iniciativa que el Centro Cultural Sotz’il Jay presenta a la Cooperación Alemana, en la cual plantean el resultado de formar a mujeres jóvenes en diferentes
expresiones artísticas, es así como cada
una de ellas llega con diversas
situaciones de vida y con sus propias búsquedas. Iniciamos este proceso alrededor de 25
mujeres, únicamente 6 concluimos el mismo. Para darle seguimiento al proceso ya
iniciado se conforma formalmente el
grupo Mujeres Ajchowen y se decide profundizar en el arte escénico maya.
¿Ustedes ya tenían
actividad dramática antes de que empezara el grupo, o se forman a partir de
alguna otra coyuntura?
La mayoría llegamos en cero al grupo sin saber nada de
los que es el arte dramático u otra
expresión artística. La única que ya tenía experiencia era la compañera
Mercedes Francisca García por ser integrante del grupo Sotz’il también.
Desde mi propio sentir estaba
pasado un momento sumamente difícil, lleno de tristeza y coraje que me tenía desequilibrada completamente a
raíz del secuestro y asesinato de
Lisandro Guarcax, Fundador del grupo
Sotz’il, el cual era mi compañero
de vida y padre de mis dos retoños;
ocurrido el 25 de agosto de 2010.
No podía desahogarme ante
esta cruel partida, no sabía qué hacer y a donde ir, lo único que tenía muy presente
era todo el quehacer artístico que él
había iniciado, un legado que tenía que seguir trascendiendo y que no
podía quedar ahí, obviamente la convicción del resto de sus compañeros del
grupo Sotz’il era darle continuidad; pero como podía yo ser parte de esto?
En que podía aportar? Varias
veces Lisandro me había hablado sobre la
importancia de hacer arte desde nuestra
cosmovisión, de mi parte no lograba entender
lo fundamental de esto para nuestros
pueblos y cultura, estas y varias razones me hicieron tomar
la decisión de contribuir de
algún modo a este legado y de expresar
mis sentires desde el teatro y luego me di cuenta que se fueron tejiendo con el
sentir de las demás compañeras, cada
una tenía su experiencia de vida y queríamos desahogar y tratar de sanar desde
el arte escénico, así mimo visibilizar
el papel de las mujeres en esta sociedad, las constantes luchas y
resistencias que han tenido.
¿Se trata de un teatro y
danzas que están en la tradición de su comunidad o están intervenidas por
algunos otros espacios de conocimiento?
Nuestras creaciones
artísticas surgen desde las vivencias de nuestras abuelas, nuestras madres, las
mujeres de nuestra comunidad y desde nuestras propias experiencias y vivencias también,
lo vamos construyendo en paralelo con la investigación bibliográfica, algunas
veces nos apoyan mujeres académicas de otras culturas conocedoras de los
temas. En nuestras creaciones es muy
importante para nosotras pedirle el permiso a las energías ya que esto
nos enseña el camino a seguir y que fluya sin mayores dificultades.
¿La pregunta es ¿si podemos hablar de que las
piezas que interpretan están dentro de la tradición prehispánica o no?
Efectivamente en nuestras
creaciones hay varios elementos prehispánicos,
eh ahí la importancia de la investigación que realizamos porque indagamos en el
pasado para traerlo al presente.
Por otro lado he visto que se trata
de teatro de investigación. Si esto es así ¿cómo se plantean esta
investigación?
Primero nos toca a
nosotras investigarnos y para ello hacemos un
autoanálisis de todo lo que nos ha tocado vivir para poder
exteriorizar, posteriormente investigamos con abuelas, comadronas, curanderas,
guías espirituales, mujeres lideresas, etc. ya que para nosotras ellas son las
portadoras de la sabiduría ancestral, luego se va tejiendo con la investigación
bibliográfica para que sea sustentado e enriquecido.
¿La realizan sobre la práctica de las piezas? ¿Se
escribe un guión?
Con toda la información de la investigación recabada,
se empieza a escribir el guión y la
dramaturgia de la obra, es aquí donde la experiencia de nuestro director
escénico y dramaturgo juega un papel muy importante ya que el unifica nuestra investigación y nuestras ideas, siempre
se trabaja en colectivo.
¿O se
trata de otro tipo de aproximación en sus búsquedas?
Todo lo que se escribe viene
de nosotras como ya indicaba anteriormente, el dramaturgo desde su propio
análisis lo puede complementar con
investigación pero siempre con nuestro aval.
Se trata de un grupo que ha
venido preparando y haciendo presentaciones en distintos lugares del mundo,
también en Guatemala, donde yo las vi una vez. Esto quiere decir que están
presentando ya varias obras. ¿Nos puede hablar de las diferencias entre la
primera obra que presentaron y Ximonic , por ejemplo?
A la fecha tenemos 3
obras de teatro, dos de ellas siguen vigente, las menciono en el siguiente
orden con su pequeña descripción.
·
Ixmucané: creado en 2011
Una sencilla danza-teatro que habla sobre la vida de la gran
abuela Ixmucané, y sus nietos Jun Batz’ y Jun Ch’owen, como los primeros padres del arte según el extracto
del libro del Popol Wuh.
·
Ixkik: Creado en 2012 . Vigente.
Una obra de teatro inspirada en la narrativa del Popol Wuj,
es un homenaje a las mujeres lideresas que han luchado por la defensa de la
madre tierra y la defensa de sus derechos; el importante papel político de la
mujer maya en la sociedad ancestral y sociedad actual como un acto político de hacer valer y reivindicar los derechos de las mujeres.
·
Ximonïk: Creado en 2016. Vigente
Obra creada a partir de los sentimientos y miedos
que sienten las mujeres desde su experiencia en una sociedad, opresora y
discriminadora. Ximonïk en Kakchikel significa ataduras, enredos, que para
nosotras las mujeres mayas significara enredos en nuestros pensamientos,
enredos en cómo nos relacionamos, hilos que enredan nuestros propios hilos y
nuestra existencia en esta vida.
En las descripciones se puede diferenciar, pero
nuestro enfoque general es la recuperación de la memoria ancestral, reivindicación
cultural, derechos de las mujeres, resistencias y luchas de ellas, visualizando
también sus aportes en esta sociedad.
Entiendo que el nombre del
grupo significa “artistas”, ¿esto tiene que ver con un vocablo maya que
identifique el tipo de arte que ustedes practican?
El nombre del grupo viene
del libro del Pop Wuj, en el capítulo
que nos habla de los gemelos Jun Batz’ y Jun chowen, como los primeros artistas,
la palabra Aj es como la anteposición a un oficio en el idioma Kakchikel, entonces al
unirlo se entiende que nuestro quehacer o
misión es ser artistas y es a nivel general. La palabra arte como tal en nuestro idioma
Kaqchikel no existe, desconozco si en los otros idiomas mayas existe, por eso tomamos la referencia en el Pop Wuj.
Y finalmente me gustaría mucho que
nos compartiera sobre la ideología del teatro-danza que ejecutan ustedes. ¿Se
trata solo de un teatro de sanación como he leído en otras entrevistas? O se trata de un mundo mucho más amplio en las
ideologías de los mayas ancestrales y/o contemporáneos?
Aparte de la sanación que es muy
importante para nosotras las mujeres, ya
que tenemos una historia bastante fuerte y seguimos viviendo en un sistema en
donde nos discriminan y es difícil que se nos visualice, considero que
va más allá porque estamos visibilizando
y reconociendo las prácticas y las manifestaciones artísticas del pueblo
maya encontrado en el diario vivir, naturaleza y en la cosmogonía para elevar
la autoestima cultural, como herramienta de empoderamiento y fortalecimiento de
la identidad en esta época
contemporánea.
Agradezco mucho sus respuestas querida
Alicia. Y le enví todo mi afecto.
ACERCA DE LA PRIMERA NOVELA DE MÓNICA ALBIZÚREZ
(Entrevista de Aida Toledo con Mónica Albizurez en relación con la publicación de su primera novela Ita, publicada por F&Geditores, 2018.)
(Entrevista de Aida Toledo con Mónica Albizurez en relación con la publicación de su primera novela Ita, publicada por F&Geditores, 2018.)
Agradecería que pudiera responder a estas
preguntas que están vinculadas con la novela en sí misma, pero también sobre el
proceso de escritura, los alcances y expectativas de la producción de la
novela, etc. De usted como autora, de su proceso de escritura desde afuera,
etc. Mis preguntas son limitadas, si pudiera ampliarlas por donde ud considera
que podría hablarme más acerca de la obra.
1.
¿Cómo ha sido
el proceso de escritura de la novela? ¿Se ha hecho desde afuera la mayoría,
desde dentro del país, o cómo ha sido y qué implica esto para usted en la
historia que se cuenta?
El proceso de escritura se
realizó en Alemania y fue una forma de crear cercanía con Guatemala. Creo que
la palabra transmigrante resume mucho mi condición: vivo en un entramado de
relaciones sociales entre Alemania y Guatemala. El proceso de escritura fue
parte de esa identidad, en un momento histórico cuando me sentí muy vinculada a
lo que pasaba en Guatemala.
2.
Respecto a la estructura de la novela, cuál ha
sido su experiencia de construcción de esta obra? Entiendo que en su
experiencia usted suele cultivar el ensayo libre, el académico, el periodismo,
la poesía (tiene un poemario publicado titulado: Sola), el análisis literario y
el cultural. Entonces cómo se explica usted el proceso de escribir novela?
Creo que me interesaba
contar una historia desde lo ficcional. Deseaba imaginar un mundo posible que
no era posible desde otras escrituras. Es decir, la necesidad de contar y de
imaginar me condujeron a la novela.
3.
Para mí hay
una estética del desgarramiento, del dolor, de comprensión del tiempo de guerra
y postguerra en Guatemala, que le afecta de forma directa o indirecta al
personaje central y a su familia. ¿Coincide usted en que la novela se puede
situar dentro de un espacio autobiográfico, porque se refiere a la experiencia
de muchas mujeres de la misma época que se vieron afectadas, directa o
indirectamente por la guerra y la circunstancia de no comprender a fondo, la
problemática de fondo sino hasta el final de la novela?
Creo que evidentemente la
historia que se narra está vinculada a la experiencia de muchas mujeres en
Guatemala. Me parece que el conflicto armado ha sido una experiencia histórica
que ha marcado distintas generaciones y de maneras diversas a mujeres en los
espacios urbanos y rurales. La novela habla de duelos pendientes y creo que
esto es algo presente en las relaciones de los guatemaltecos, y muy
particularmente en las mujeres, que sufren una violencia simbólica fuerte sobre
sus palabras y cuerpos.
4.
El personaje
central Ita, es un personaje complejo y esta complejidad se evidencia no solo
en la forma que va logrando resolver su propio conflicto existencial, que ha
estado mediado por el contexto familiar, sino también es un reflejo del tiempo
que les ha tocado vivir. En realidad todos los personajes a excepción de la
hermana, Fabiola, son personajes muy afectados y dolidos, en estado de
depuración digamos, que van creciendo como seres humanos delante del lector /a.
¿Se puede desde allí leer y comprender la historia de la sociedad guatemalteca,
que en menor o mayor medida se adapta al modelo de familia de clase media que
ha recibido directamente los efectos de las políticas de la guerra civil en
Guatemala?
Me parece que la novela
quiere acercarse a una práctica muy presente en la sociedad y en las familias
guatemaltecas, particularmente de clase media: el hermetismo, la secretividad,
el miedo a hablar. Indudablemente esta realidad tiene que ver con una serie de
censuras afectivas que no pueden separarse de la historia social y política del
país, y muy particularmente para los que fuimos adolescentes y jóvenes en la
década de los ochenta, la más dura del conflicto armado. Esa década fundó una
pedagogía del silencio.
5.
El contenido
de la obra aborda la forma en que las capas medias acomodadas de la sociedad
guatemalteca logra comprender los espacios de la otredad, qué me puede decir de
esto?
No creo tanto que los
personajes de la novela, especialmente la protagonista, tengan una capacidad vamoso
a decir inmediata papra comprender la
otredad, sino más bien que la incomprensión de la otredad en el espacio
doméstico es lo que la ha definido. Algo que me interesaba es colocar a la
empleada doméstica como una presencia fundamental en la vida familiar de la
clase media guatemalteca y las infamias que se comenten en contra de ellas. El
amor se postula, creo yo, como una forma de comprensión.
6.
La enfermedad
de Ita, tiene distintos simbolismos en la obra, esta enfermedad la coloca en un
espacio social vulnerable, que al final afecta su matrimonio al no tener hijos,
que afecta su trabajo, pierde su participación en el bufete y se convierte en
asalariada, aparece ante su familia como alguien que no tiene futuro, sin
embargo ella tiene toda la capacidad intelectual y desentraña los misterios de
su familia. Se trata del proceso de creación uno de los espacios simbólicos de
la enfermedad?
Siempre me han dado mucha
credibilidad las personas que pueden romper historias para fundar otras, que
arriesgan aun cuando en la perspectiva social dominante, se trata del fracaso.
Algo así es Ita. En el caso de ella, una pregunta central es la dimensión del
dolor físico como experiencia cotidiana. La fibromialgia me pareció una
enfermedad en donde se une dolor físico y dolor afectivo.
7.
Hay muchos
vínculos con la historia de Guatemala, la historia oficial digamos, este efecto
de realidad coloca la obra en el espacio de non-fiction, o en el fondo sigue
estando en el espacio más ficcional?
Para mi Ita es totalmente
ficcional. Tiene referentes con Guatemala y su historia, pero lo que he he
escrito es pura ficción.
miércoles, 7 de noviembre de 2018
(Varo y Peret, Fotomontaje)
EN LOS INFIERNOS DE LA LUZ
No hace mucho, estuve allí. En el espacio donde se construye algo. Si como dice Zambrano, una puede
estar en un lugar utópico, cuando discute alguna idea respecto a la construcción compleja de la creación
literaria, entonces estoy segura que estuve allí.
Sentada estaba yo con la sensación de estar en un lugar peligroso. Porque todo espacio de reflexión opuestamente, está en la mira de la censura. La inquisitorial mirada del que no entiende lo que se dice. La mirada irónica o sardónica de quién te cree incompetente por ser mujer, por ser mayor, por llevar como bandera la libertad de decir lo que has pensado.
Así con muchos ojos sobre mí, pensando que estaba ebria, estuve en el banquillo de las acusadas y luego bajo el filo del hacha.
Y es que construir un artefacto que tiende a escaparse a cada instante, sin poder totalmente atraparlo en el vuelo, así es la crítica, cuando unís creación a espacio de reflexión crítico. Aquello se vuelve una especie de ángel insidioso y casi siempre invisible, que te dicta lo que decís y armás en el mismo camino por donde estás transitando críticamente.
Ay la Zambrano, tenía harta razón porque es "más fácil condescender ante la imposibilidad, que andar errante, perdida, en los infiernos de la luz".
EN LOS INFIERNOS DE LA LUZ
No hace mucho, estuve allí. En el espacio donde se construye algo. Si como dice Zambrano, una puede
estar en un lugar utópico, cuando discute alguna idea respecto a la construcción compleja de la creación
literaria, entonces estoy segura que estuve allí.
Sentada estaba yo con la sensación de estar en un lugar peligroso. Porque todo espacio de reflexión opuestamente, está en la mira de la censura. La inquisitorial mirada del que no entiende lo que se dice. La mirada irónica o sardónica de quién te cree incompetente por ser mujer, por ser mayor, por llevar como bandera la libertad de decir lo que has pensado.
Así con muchos ojos sobre mí, pensando que estaba ebria, estuve en el banquillo de las acusadas y luego bajo el filo del hacha.
Y es que construir un artefacto que tiende a escaparse a cada instante, sin poder totalmente atraparlo en el vuelo, así es la crítica, cuando unís creación a espacio de reflexión crítico. Aquello se vuelve una especie de ángel insidioso y casi siempre invisible, que te dicta lo que decís y armás en el mismo camino por donde estás transitando críticamente.
Ay la Zambrano, tenía harta razón porque es "más fácil condescender ante la imposibilidad, que andar errante, perdida, en los infiernos de la luz".
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